Empiezo este artículo en contra de mi opinión. No me gusta publicar nada relacionado con nutrición más allá de dar pautas genéricas para una alimentación equilibrada y saludable. Aun así, las pautas generales a veces pueden resultar confusas y nada apropiadas dependiendo de quién esté del otro lado y su interpretación. Y si esto ocurre con las pautas generales y “políticamente correctas”, imagina lo que pasa si los profesionales de la salud opinamos sobre los beneficios de dietas extremas como el ayuno o la dieta cetogénica.
Es posible que el que esté escuchando o leyendo no esté en el contexto adecuado para recoger la información. Pensemos en una persona con un trastorno alimentario o diabetes. No todo es para todos. Y menos si existe alguna condición fisiológica especial o alguna patología. Quizás cuando leemos sobre nutrición y dietas esperamos a que aparezca ante nosotros ese elemento "clave" que nos hará adelgazar de una forma "mágica"...
¿Estamos intentando corregir años de desequilibrio nutricional con una dieta totalmente diferente a la nuestra? ¿Tenemos sobrepeso porque todos estos años hemos estado "no haciendo" esa dieta "mágica"? ¿O será porque hemos estado haciendo una dieta excesiva? Preguntarnos eso es clave para saber por dónde empezar. Además de preguntarnos hasta cuándo podremos seguir esa dieta “milagrosa”. Porque cambiar radicalmente la dieta para perder unos kilos no parece muy adecuado si no podemos mantenerla. Sí, los kilos volverán si volvemos a comer como antes. Es fácil de imaginar... Dieta muy estricta (y de paso desnutrición) y luego efecto rebote.
¿Cuál es el motivo de nuestra dieta?
Otra cosa que tenemos que preguntarnos es por qué hacemos la dieta que hacemos. A veces puede ser consecuencia de nuestros gustos y costumbres, de la organización, de la dinámica familiar… En el peor de los casos, y digo peor porque suele ser un añadido a todo lo anterior, comemos por ansiedad, por estrés emocional. Notamos hambre, un vacío en el estómago que no se llena con nada. En este punto, no seré yo quien diga que no necesitas un nutricionista. Por supuesto que es necesario, porque el dietista es el profesional que nos enseñará sobre alimentación saludable, también sobre nuestras necesidades específicas, y que nos acompañará en el proceso de cambio hacia una mejor alimentación. Pero quizás sería igual de importante, o más, valorar esa ansiedad con un profesional, psicólogo y/o psiquiatra, y encontrar una solución. A veces la solución es costosa, puede pasar por hacer cambios en nuestra vida que no queremos o para los que no estamos preparados. También puede pasar por aceptar nuestras circunstancias, a veces difíciles de cambiar, y de intentar ser más felices y estar más tranquilos con lo que tenemos. Nada de esto es fácil. Pero no es imposible… Sinceramente creo que es peor buscar solución en dietas genéricas o extremas que no nos ayudarán a nada más que perder unos kilos momentáneamente, y que incluso pueden empeorar nuestra salud. Los problemas deben abordarse desde su origen: sin resolver el problema básico, todo lo demás será un parche temporal.
El verdadero papel del nutricionista y del resto de profesionales
Y por eso no escribo sobre nutrición. Porque todos tenemos diferentes condiciones físicas, fisiológicas, patológicas, psicológicas y sociales. No quiero fomentar el pensamiento cuadriculado de "todo o nada". No quiero que nadie se sienta culpable por tomarse un día un zumo de naranja o un trozo de tarta. Tampoco quiero que penséis que me parece saludable comer tarta. Si ya no es fácil transmitir la idea de equilibrio nutricional en persona, imaginaos hablar para la población general. Incluso hay polémica con las guías alimentarias, que nunca están al gusto de todos… O con comer 5 veces al día…
No os fieis de métodos infalibles ni de innovaciones espectaculares en nutrición. Tened pensamiento crítico y pensad con lógica. Buscad consejo y dejaos asesorar por profesionales de la salud. Dietistas, psicólogos, médicos… estamos ahí para ayudaros a estructurar el camino hacia el cambio, y también para apoyaros en ese camino. Éste, por supuesto, es el primer objetivo de mi consulta de dietética y nutrición en Vilanova y Caldas.
Muchas gracias por leerme. Sed felices.